Con apenas 20 años Ignasi Eiriz se encuentra a un mes de lanzar su propia aplicación mientras compagina sus estudios de Publicidad y Relaciones Públicas. Ethical Time se trata de la primera aplicación que busca crear un directorio donde encontrar todas las tiendas con valores Slow Fashion de Barcelona. Un espacio donde las personas que busquen consumir de una forma más ética puedan encontrar las opciones que su ciudad les ofrece.
El lugar donde realizamos la entrevista parece reflejar a la perfección aquello que Ignasi quiere con su entrevista. Los bosques traseros de la Universidad Pompeu Fabra, que escapan al bullicio de la ciudad, son el símil a como las tiendas de moda sostenible de Ethical Time escapan de la industria de la moda actual.
P. Cuándo empezó tu interés por la moda sostenible? Todo el mundo tiene un punto donde su visión sobre temas sociales cambia. Cuándo fue el tuyo en cuánto la moda?
E. Ya hace 3 años y medio. Empezó con un libro que leí. Hubo un día en concreto que decidí que no quería seguir fomentando el trabajo esclavo cuando compro ropa. Entonces entro en una etapa de “vale, ¿dónde puedo comprar ropa?”. Hice una gran investigación para saber donde comprar y, a través de esto, la gente de mi alrededor empezó a interesarse por mis valores, empezaron a entenderme y querían comprar otro tipo de ropa pero que no tenían el tiempo suficiente para investigar por ellos mismos. Me convertí en un consultor entre marcas y personas que me preguntaban dónde comprar unos pantalones, una camiseta sostenible….. Hasta el punto en que pensé que si había tanta gente interesada, ¿cómo podía ser que no existiera una plataforma que uniera todas estas marcas y que hiciese accesible la moda sostenible al consumidor?
Ethical Time
P. ¿Cuando empezaste a desarrollar el proyecto de Ethical Time? ¿Cómo fue este proceso?
E. Fue un proceso largo. Hice el cambio hace 3 años y medio y ahora en un mes saldrá la plataforma. Nada pasa de la noche a la mañana y todo es más complicado del que parece. Hace un año y medio decidí hacerlo seriamente. Ante todo, quise saber si realmente había personas interesadas o tan solo era una suposición por lo que había visto en la gente de mi alrededor. Creé una campaña de crowdfunding. Marcamos el objetivo en 2000 euros y conseguimos más de 23.000, participaron más de 600 personas y recibimos más de 200 solicitudes de marcas. Es en aquel momento cuando salimos en muchos medios de comunicación como TV3 o El País. Entonces realmente vi que había la necesidad de hacer accesible este tipo de ropa. Quisimos trabajar para hacer un mundo mejor.
P. En cuanto al crowdfunding, te quería preguntar por tu experiencia.
E. Es mucho más complicado de lo que parece. Es como el surf, cuando ves a gente que lo hace piensas que es sencillo. En el caso del Crowdfunding piensas que escribirás allí tu idea, la gente entra y si le gusta, donará dinero. Pero no es así. Al principio nadie daba dinero. Muchas personas a tu alrededor donan, pero no puedes esperar que lo donen todo ellas. Es una tarea complicada. Yo estudio Publicidad y Relaciones Públicas y a partir de esto elaboré una estrategia de comunicación, decidí a quién quería llegar y lo conseguimos. No es una tarea nada fácil. De hecho, a partir de esto muchas compañías nos han escrito por si los podemos asesorar para hacer una campaña de crowdfunding.
P. Viendo el interés que esto generó y a un mes del estreno de Ethical Time, ¿cuál crees que es el futuro de la aplicación?
E. Yo creo que el futuro es hacer accesible al consumidor final una moda más ética y sostenible y así cada año. Es decir, lo que hoy es moda responsable, el año que viene también cambiará y evolucionará, como todo. Nuestra tarea es concienciar al consumidor sobre la necesidad de comprar ropa con un carácter ético-sostenible y acercarles las opciones que tienen.
Bangladesh y la industria textil
P. Bangladesh es uno de los países que tiene más fábricas textiles, muchas de ellas tienen a sus trabajadores en condiciones precarias y salarios de menos de 100 euros al mes. Tú viajaste allí, explícanos un poco cómo fue tu experiencia.
E. La decisión de ir a Bangladesh la tomamos el verano pasado. Siempre hablamos de las condiciones de los trabajadores en esta industria, sobre todo en países asiáticos, por eso decidimos ir. Allí nos reunimos con diferentes sindicatos y conseguimos entrar en algunas fábricas. Nos encontramos que muchas fábricas no querían hablar del tema y no nos dejaron acceder. Por otro lado, las que nos dejaron era para demostrar que los trabajadores en estos casos estaban bien, que eran éticos
P: ¿Cómo crees que afectó en tu proyecto el viaje?
E: Considero que aquí estamos en una especie de burbuja y vemos muchos números, vemos cien millones de niños trabajadores, no se cuántas toneladas de plástico... al final estamos sobreexplotados de información y no nos damos cuenta de lo que realmente quieren decir las cifras. Pero cuando vas allí te das cuenta que son personas, tienes la oportunidad de hablar con ellos y te das cuenta que, con tu edad, están trabajando en una fábrica cosiendo todo el día y viviendo en unas condiciones infrahumanas. Es una experiencia que te abre los ojos realmente.
“Estamos sobre explotados de información y no nos damos cuenta de lo que realmente quieren decir las cifras.”
P: Supongo que conoces la tragedia de Bangladesh, donde en 2013 cayó un edificio textil que dejó más de un millar de muertes. El hecho causó mucho alboroto en redes y medios, ¿Crees que desde entonces ha habido un cambio en el país?
R: Por supuesto que ha cambiado y cambiará mucho, realmente se ha avanzado mucho y después de grandes presiones de los sindicatos hacia las marcas y a los gobiernos de allá se llegó a un acuerdo que aseguraba unas condiciones mínimas. Este año, los gobiernos han subido los salarios mínimos pero han roto este pacto y vuelve a haber problemas. Los trabajadores ven sus trabajos en riesgo, hay muchos despidos, revueltas en las calles, represión sindical…. 6 años después de la tragedia, ahora es el momento en que hay más represión..
P: A un nivel más nacional, ¿ves una concienciación en España sobre la moda ética? ¿Cómo situarías España en comparación con otros países europeos?
R: Yo creo que la gente está desinformada, es consciente de que tenemos que hacer un cambio ya que hay muchos movimientos que tratan de concienciar, pero lo difícil es llevarlo a la práctica, nos falta saber cuál es la magnitud real del problema, entenderlo y comprenderlo. Por supuesto España, como en muchas situaciones, va un poco por detrás del Norte de Europa, pero el slow fashion llegará y será en los próximos años.
“España, como en muchas otras situaciones, va un poco por detrás del Norte de Europa, pero el slow fashion llegará”
P: Ahora mismo, H&M acaba de sacar una colección de moda ética. ¿Crees que es una cosa positiva? ¿Es una concienciación real o una campaña de marketing?
R: Es complicado.Creo que las grandes marcas se han dado cuenta que tienen que cambiar, que la ropa sostenible está llegando y han dicho: “no puedo cambiarlo todo de golpe” y sacan una colección sostenible. Pero no nos tenemos que quedar con el mensaje de que una colección es sostenible, tenemos que tener en cuenta todo lo que han hecho hasta ahora y el propio modelo de negocio. Con las grandes marcas es complicado porque al final son quienes controlan todo y tienen una capacidad publicitaria mucho mayor. Cuando buscas tiendas sostenibles en internet, los primeros resultados son H&M y Join Life de Zara. Si te gastas 100 euros en Join Life sí, es un producto sostenible pero de estos 100 euros, el 99% irá hacia Zara y continúas fomentando el trabajo esclavo.
P: Mucha gente acusa el slow fashion de ser demasiada caro. ¿Crees que es uno de los motivos por los cuales todavía no está del todo implantada?
R: Sí, los productos son más caros pero, ¿Cuánto más caro crees que sale una camiseta sostenible? Por supuesto, no encontrarás camisetas a 3€ como en Zara, son precios insostenibles. Pero al final, la moda sostenible no es un tipo de ropa, es una manera de hacerla. Por lo tanto, ncontramos marcas de todos tipos, hay algunas más caras con camisetas por 30 o 40 euros, pero también puedes encontrar por 15. Tenemos que hacer un cambio, en vez de comprarnos tres piezas de Inditex deberíamos comprar una sola pieza sostenible y al final, la apreciaremos mucho más.
“La moda sostenible no es un tipo de ropa, es una manera de hacerla”
P: ¿Cuál crees que es la clave para que se implante el mercado en España?
R: Al final es todo concienciación, si las personas realmente conocieran la situación, estarían interesadas. Es lo que hablábamos, hay muchas personas que sí que quieren cambiar y que sus valores no son comprar ropas en grandes marcas pero se les tiene que hacer ver que pueden comprar ropa a un precio coherente. Otro problema es que actualmente es imposible traer la producción entera en España. La regulación de etiquetas es complicada y normalmente el "made in Spain" tiene trampa. Muchas veces solo se refiere a la parte de confección o acabado. Pero hasta que llega aquí, ya ha pasado por muchas manos. Por ejemplo, en España no hay casi algodón, todo viene de fuera. Y cuando llega a España ya hay alguien que ha cogido este algodón y lo ha tratado. Los primeros pasos en la cadena de producción son siempre donde se cobra menos, serán los más pobres quién lo harán.
P: Si tuvieras que definir la moda sostenible con una palabra, ¿cuál seria?
R: Quizás con “responsable”
P: Hay alguna manera de volver atrás y solucionar los efectos del fast fashion?
R: A ver, volver atrás no se puede hacer pero sí que tenemos que solucionar sus efectos. El problema es que va en contra de las grandes empresas y multinacionales. Todos, tanto las grandes marcas como nosotros individualmente, tenemos que poner la responsabilidad ética y la supervivencia por encima del lucro personal. Y esto empieza por un cambio del modelo capitalista y replantearnos nuestras acciones.
P: Finalmente, unas últimas palabras ¿Si te tuvieras que dirigir a alguien y convencerlo de que se pase a la moda sostenible, qué le dirías?
Siempre digo que hay tres pasos. El primero es informarse, darse cuenta de qué está pasando y que es una realidad, no una cosa lejana. Saber que aquella prenda de ropa que hemos comprado ha sido cosida, teñida, han tratado el algodón.... Esta camiseta ha pasado por más de 100 manos, muchas de las cuales viven en unas condiciones infrahumanas. El segundo paso es preguntarse, nos tenemos que hacer una pregunta que es clave: Quiero continuar fomentando el trabajo esclavo? A partir de aquí, si la respuesta es no, recomendarlo a otros y concienciar a otras personas.
Ethical Time se estrena en mayo de 2019 y estamos seguros que será una herramienta clave para la implantación de un sistema de moda sostenible en nuestro país.. Y, en palabras de Ignasi, esperamos que haga que muchas personas se hagan la pregunta: "¿Quiero seguir fomentando un sistema de trabajo esclavo?"
Otros datos de interés:
Antonio Porras y Andrea Hernández