Núria tiene 36 años y nunca pensó dedicarse a la moda. Creció viendo coser a su abuela, viéndola hacer patrones de sus diseños y trabajar entre hilos y aguja creando prendas para la gente de su barrio, en Girona. Pese eso, no imaginó que algo que para su abuela era algo tan natural, terminaría siendo su profesión.
Era trabajadora social y lo fue durante 15 años, incluso mientras estudiaba moda en un ciclo formativo de Sabadell y daba los primeros pasos emprendiendo, siguió trabajando de ello. "Es esta vocación lo que hace que la educación me siga guiando en la vida", opina sinceramente Núria.
El mundo de la moda le empezó a interesar pero le tiraba para atrás su lado más artificial, pero se lanzó, entrando en un mundo que no sabía que a día de hoy sería el suyo. La formación es importante para Núria, así que se formó en moda y una vez terminó e investigó sobre la industria actual, siguió formándose en moda ética.
En ella destacan dos pilares fundamentales, la creencia en la importancia de la educación y la formación, y unos valores fuertes que rijan lo que hace. Cree en que "se debe educar a la sociedad par que entienda lo fatídico de la industria de la moda actual" y comprender que lo que se consumen tiene un precio monetario, social y ecológico. La parte de los valores es la que define la marca. "Quería una marca que fuese muy mía y me representase mucho", afirma.
“Me identifico mucho con conceptos como Slow Fashion, porque a nivel personal yo soy así”
"No podía crear una marca que no reflejase todos los valores en los que creo", afirma. Núria es vegetariana con tendencia vegana, no viste pieles, defiende cuestiones de género, intenta minimizar su consumo de plástico y aboga por unas condiciones laborales dignas. Esto es lo que refleja en Art and Seams, un proyecto que inicia en 2014.
Antes de lanzar su proyecto individual, había tenido otra marca. La emprendió de forma conjunta con otra mujer emprendedora. Vendían en algunas tiendas multimarca y de forma algo distinta. Por las dificultades que conlleva compartir un negocio, la marca que habían levantado se disolvió. Es entonces cuando Núria tiene que empezar de cero, todo lo que habrían conseguido como marca se había perdido y a ella le tocaba empezar de nuevo, esta vez de forma solitaria.
Empieza a investigar y descubre el concepto de Slow Fashion (moda sostenible, moda ética, moda con valores…). Ella no conocía nada sobre ello pero concordaba con sus valores. Entonces se forma en este ámbito, un mundo totalmente desconocido. Se forma en tejidos, moda ética… y en 2014, crea Art and Seams.
Art and Seams no se crea solo como algo relacionado con la moda y la costura. Núria es una persona inquieta y esto se refleja en la marca. Busca aportar algo más allá, "quiero que el arte esté presente en diferentes aspectos de las prendas y en todas sus vertientes", reflexiona.
Sus inicios no son fáciles, emprender es caro y ella no tenía el dinero suficiente ahorrado, pero es impulsiva. Empezó produciendo a pequeñas cantidades y en parte, sigue haciéndolo. "Hacer las cosas bien es difícil", explica Núria, "más que hacerlas mal", por eso el negocio del slow fashion es complicado. Además, como para cualquier empresa pequeña, "es difícil entrar en el imaginario de los consumidores, todos tenemos claro dónde ir si queremos comprar ropa".
Pero ella no quiere parecerse a esas grandes empresas que no se fomentan en ninguno de sus valores. Núria quiere aportar al mundo de la moda, quiere ofrecer algo atemporal, que se pueda llevar y que transmita personalidad ahora y dentro de años, pero también quiere aportar algo a nivel personal. Ofrece clases de costura y allí las personas se dan cuenta del valor de las prendas. Reflexionando se dan cuenta de que la dificultad de crear una prenda no está pagado, de ninguna forma en le precio de venta que tienen grandes empresas.
“No es que el precio de la moda ética sea caro, es que estamos acostumbrados a un precio que no es real”
Pero para Núria la clave está en conocer todas las partes del proceso. Ella no tiene la capacidad económica para la externalización de su producción, pero tampoco iría acorde con sus valores. Defiende el enriquecimiento del país, un territorio con mucha tradición textil que se está perdiendo. Núria es la encargada del proceso creativo, el diseño de las prendas, también hace el patrón e incluso los prototipos. Una vez hace esto, lo lleva un taller local y allí elaboran las prendas. Conoce a todas las personas que cosen en ese taller, de forma artesanal y poniéndole cariño a cada prenda. En el envío de las prendas también se mantiene coherente a sus valores, no usa plástico, solamente cartón, no son los mares y animales marinos los que deban pagar el precio de la producción.
Otro detalle importante en Núria es su capacidad autocrítica, rasgo que usa para mejorar a nivel personal y profesional. No duda en mirar atrás y analizar de forma detallada cada paso que ha dado y en el recorrido, los fallos que ha llevado a cabo.
“Hay muchas cosas que si ahora empezase con una marca nueva haría diferente, pero he necesitado hacerlas para darme cuenta”
Núria empezó hace 10 años en el mundo de la moda, ha seguido diferentes caminos hasta llegar a lo que ahora es en Art and Seams. Ha visto una mejora muy grande en lo que es el mundo de la moda ética, aunque reconoce que “hemos recorrido pasos, pero todavía nos queda un camino que avanzar”.
Por eso cree en los proyectos "con valores, con sentido y con consciencia". Nunca haría algo que no fuese coherente con sus creencias y defiende una educación en base unos principios. Esto es lo que caracteriza a Núria y lo que la relaciona con una moda diferente, ética y responsable.
No tiene objetivos futuros, no es ambiciosa, por ahora seguirá con Art and Seams, con sus talleres de costura y creando prendas para circos y obras de teatro, no podría parar. Seguirá con su proyecto vital y lo hará con los valores que la guían. Núria seguirá intentado cambiar la industria de la moda y le dará el valor emocional que le recuerda a su abuela.
- Andrea Hernández